Quieres un mojito? Entonces debes ir a probar los que ofrece La Habana 1957. Acá podrás elegir entre 15 variedades con frutas, Red Bull e incluso una versión dietética (13,5 USD) o si, por el contrario, te gusta el Margarita en Oh México puedes diseñar el tuyo propio. (12,95 USD- 17USD)
Renovada hace un año, estas dos cuadras peatonales fueron usadas muchas veces para la filmación de Miami Vice y fue, el mismo, Don Johnson, el que sugirió el color rosado que presentan las construcciones. ¿Será tal vez por su pasado televisivo o sus orígenes bohemios los que hace que Española Way tenga este ambiente tan especial que hace que encante? Porque no importa si vas un viernes o un martes; da igual si decides comer italiano, español o mexicano es imposible que no te contagies con la alegría festivalera que irradian todos quienes trabajan acá.
Cada establecimiento tiene su fiesta propia, ya sea noche de Samba en Boteco Copacabana; Tarantela y Opera en la Hostería Romana; Flamenco en Tapas y Tintos o la realización de un sabrosísimo tiramisú frente a tus ojos en Mercato della Pescheria(no permitas que se lleven la jarrita con las sobras del mascarpone. Te prometo te vas a acordar de mi). Además los sábados por la mañana hay clases de yoga y, según la temporada, puedes encontrar ferias artesanales y venta de verduras y frutas locales. Todo aquí es festejo y alegría. Y para qué decir de buena atención.
Muchos amigos dicen que no les gusta el ambiente de Ocean drive, South Beach o los lugares más trendy de Miami. Sin embargo por más que Española Way esté en el mismo sector, yo diría que su público es gente que busca comer bien y pasar un rato agradable sin el punchi punchi de la música electrónica, los autos chillando como locos o las excéntricas vestimentas que se ven en otras partes.
Los Restaurantes.
He probado varios restaurantes del lugar y aquí les cuento mi experiencia y un poco de su historia.
1- Tapas y Tinto. Sin duda es uno de mis favoritos y de los que más frecuento. Este restaurant, como lo sugiere su nombre, es español y tiene una carta de tapas, mariscos y otros platillos famosos ibéricos como la paella o el cochinillo. La mayoría de las veces que voy pido las dos cosas que más que más me gustan de esta cocina y que aquí los hacen espectacularmente bien: Gazpacho (8USD), una tortilla de papas (9USD) y una sangría, ya sea de vino tinto o blanco. (13USD por copa o 45USD por el pitcher). La última vez y, aunque no soy muy fanática de la paella, por petición de mi pareja compartimos una paella de carnes por 39USD.
De viernes (20:30) a Sábado (20:00) tienen flamenco en vivo y sus bailarinas son realmente buenas (dentro de lo poco que conozco este baile). Si desean disfrutar del espectáculo reserven una mesa en el salón interior, pero no les recomiendo elegir las que están justo alrededor del escenario: la música es demasiado fuerte y el baile se aprecia mejor desde un poco más lejos.
2- Hosteria Romana. A pesar de que en Española way son 5 los restaurantes italianos, todos son diferentes entre ellos. En el caso de la Hosteria, ésta trae a South Beach la cultura y las tradiciones de la ciudad Centro Storico (Trastevere), Roma. Desde mi punto de vista, éste es el que más se asemeja a una típica trattoria de barrio con sus manteles a cuadrille rojo con blanco y sus toldos rayados verdes.
Con una extensa carta que incluye risottos, antipastos, pizzas, pescados, pollos, carnes y más de 40 platos de pasta es imposible no encontrar algo que te guste. En mi caso, la primera vez compartimos un Carpaccio de Manzo (filete) que estaba aún poco congelado lo que me preocupó un poco. Pero luego los segundos estaban impresionantes, especialmente el mío, que rápidamente pasó a ser el plato “popular” de la mesa. Yo me pedí unos Parpadelle Bolognese en los cuales la pasta, hecha en casa, estaba al dente y la salsa tenía es equilibrio perfecto entre la acidez y la cantidad de tomates y la carne que no es fácil de encontrar.
Pero como ya hemos dicho ir a Española Way es más que sólo ir a comer; es una experiencia cultural. En el caso de la Hostería Romana, con cada tarantela que suena en la radio todos bailan y cantan con una alegría tan contagiosa que es imposible no ser parte de la celebración. Así es como cada noche cientos de personas mueven sus pañuelos al ritmo de la típica música italiana.
Debo reconocer que la primera vez que fui no me gustó mucho la comida, si disfruté muchísimo del Tiramisú que prepararon frente a nosotros. Claramente, necesito darle otra oportunidad ya que la fama de este restaurante es muy buena y hay veces que uno simplemente elige mal y no es el lugar el malo.